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II: EL ALMA DE UN HOMBRE (Blind Willie Johnson)

Pero basta sobre Ray Charles y Stevie Wonder (a quienes recordamos en el artículo anterior), prometí hacer un recuento de los grandes bluseros ciegos y pioneros del género y así será, tengan algo de fe. Pues han ustedes de saber que, increíblemente, hubo varios músicos en esta categoría, debido, ni más ni menos, a la brutal discriminación en la América esclavista, donde fueron golpeados impune y sistemáticamente, método con el cual, muchos hombres provenientes de África o descendientes de ellos, quedaron ciegos. Otros perdieron la vista debido a epidemias relacionadas con padecimientos oculares entonces severos, como la conjuntivitis, que terminaban en ceguera por falta de atención o la precaria medicina de aquellos tiempos. Tan es así, que existían bastantes escuelas especiales para ciegos (como se pudo ver en la película sobre Ray), a las cuales atendieron los más afortunados.


Pero hay otras leyendas del blues que no tuvieron tanta suerte, como el incomparable Blind Willie Johnson, un hombre de raza negra nacido en Texas, alrededor del año 1900, aproximadamente, pues no tuvo acta de nacimiento ni defunción. Su madre lo dejó ciego lanzándole lejía (un químico corrosivo), directo a los ojos, en una especie de venganza totalmente injusta, enloquecida por las golpizas que su marido le propinaba. Pero no es que yo pueda ver el pasado en un espejo mágico o bola de cristal, así que antes de continuar presumiendo de vidente ciego, aclaro que esta información la obtuve gracias a un dvd muy efectivo, una película documental llamada The Soul of a Man (2004), escrita y dirigida por un experto en la materia: el maestro Wim Wenders.


Este gran cineasta alemán colaboró al lado de otros grandes directores, en un proyecto de resurrección masiva del blues: siete películas documentales directo para dvd, coordinadas y producidas por Martin Scorsese. No las he visto todas, pero de las que alcancé a degustar, el menú blusero estuvo un tanto irregular. Pero, para mi gusto, destaca el capítulo de Wenders, titulado así por una canción del Blind Willie Johnson, quién funge como personaje principal del filme, representado por el moderno blusero Chris Thomas King (el compa que interpretó a un similar de Robert Johnson en la película O Brother, Where art Thou?, de los hermanos Cohen).



Blind Willie Johnson funge como narrador también, en el Alma de un hombre, y su voz es revivida por el actor Lawrence Fishburne, para contarnos la historia de otros grandes héroes desconocidos de esta música callejera gringa, como Skip James y J.B. Lenoir, de quienes también se cuenta su vida y muerte, y cuyas imágenes rescatadas del olvido son conmovedoras, lo que hermana este documental con los otros excelentes trabajos de Wenders en la materia: Historia de Lisboa, con Madredeus y el del Buena Vista Social Club.


Pero fue la historia del Ciego Willie Johnson la que despertó mi curiosidad por los creadores invidentes. Wenders hace una aproximación cósmica al tema, pues la movie empieza con sonidos del espacio exterior y una visión aérea de la Tierra, seguida de un recorrido por el sistema solar, en busca del Voyager, un satélite artificial que la NASA puso en órbita en 1977, como nos explica el narrador, Willie Johnson. Esta sonda fue lanzada durante la carrera espacial, pero con fines por demás idílicos, poéticos y utópicos: llevaba en su interior mecanismos automáticos, listos para activarse en caso de que fuera interceptada por vida extraterrestre, programados para arrancarse y tocar un disco LP dorado, con saludos en 50 idiomas universales, así como sonidos de la naturaleza, y melodías representativas del planeta Tierra, para dar a los extranjeros intergalácticos una muestra de la vida en la Tierra y su maravillosa complejidad. Esto incluía al menos algunos ejemplos muy representativos de la música terrícola, pues se pensaba que este disco dorado debía ser algo así como un saludo de parte de todos los humanos, para las posibles formas de vida inteligente, que pudieran estar navegando en la materia oscura del cosmos, afuera de nuestra burbuja atmosférica, en el sistema solar y aun más allá; Y entre esas canciones, aunque usted no lo crea, se eligió un clásico del ciego Johnson, para representar a la música gringa del siglo pasado: “Dark was the Night”, es el título de tal canción.



Así pues, nos presume su espíritu, narrando este documental, que su voz está perdida en alguna parte de la galaxia, reverberando en la nada invisible; Es un blues nocturno y contemplativo, que aun vibra en el silencio del espacio exterior; Con la voz aguardientosa del Blind Willie armonizando solamente, murmurando un arrullo para huérfanos, sincronizando sus vocalizaciones con su guitarra, que toca con un slide, quizás el cuello de una botella rota, que al deslizarse sobre las cuerdas, crea una melodía tranquila pero misteriosa, como viento en los árboles, como “Oscura era la noche”, una hermosa pieza de blues rural y desamparado, grabada por Columbia rds. en 1927.



Después las cámaras de Wenders regresan a nuestro mundo, a los años veinte, cuando los músicos negros, con o sin ojos, empezaban a idear algo llamado blues. Blind Willie Johnson tocaba principalmente temas cristianos (¿acaso no se encomendarían ustedes también a la misericordia y la providencia divinas, si carecieran del sentido de la vista?); Interpretaba sus canciones afuera de iglesias y en la vil calle, a cambio de unas monedas, y así sobrevivía, de la caridad de los extraños. Aunque en por un tiempo, el mejor periodo de su vida, lo hizo por un misticismo personal, pues sus grabaciones tuvieron algún éxito, antes de la gran depresión económica gringa de los años veinte. Pero él continuó pregonando el evangelio en las calles, a través de sus góspel-blues, para quién pudiera escuchar a este predicador ciego, quién vociferaba sus melodías a los cuatro vientos, para aquellos que tuvieran oídos, por puro amor al arte y a “la palabra de Dios”.

El caso, herman@s lectores, es que al genial Blind Willie Johnson se le deben grandes hits de blues como "Nobody's fault but mine" o "You're gonna need somebody on your bond", que han sido covereadas por grandes bandas y artistas tales como Led Zepellin y Taj Mahal, otro afroamericano inmortal del género.



Como quizás se imaginen, murió pobre, al igual que la mayoría de los primeros grandes ciegos del blues, de los cuales mencionaré sólo algunos de los más importantes, en el próximo capítulo. Pero antes, “Contéstame, si puedes, ¿que es el alma de un hombre?”…


Blind Willie Johnson

Antes de partir, déjenme terminar con mi reseña de la película de Wenders. The soul of a Man (2003), está filmada como docudrama, es decir mitad con actores, mitad documental; con escenas en blanco y negro recreando esa época, las cuales a veces son auténticas o simulando viejas grabaciones, con trucos como cámara rápida y letreros al estilo cine mudo, imágenes sucias y ruidos propios de estas antigüedades fílmicas.


Quizás el principal defecto que le encuentro a Soul of a Man, es cortar la mayoría de las rolas, en pos de una edición ágil, por la narrativa del documental, pero nada les costaba ponerlas todas completas entre los materiales extras, donde sólo se presentan algunas de estas joyitas; en fin, hay que llegarle al disco compacto correspondiente. Otro dilema es que no deberían escucharla doblada al español, creo que para disfrutarlo bien uno debe dominar, o al menos apreciar, el idioma de los perros entrenados. Así que ahí adelante está el link de la película completa, subtitulada.

Pero uno de los principales atractivos, son las múltiples versiones de estas antiquérrimas rolas, que se escuchan en la voz de sus autores y en homenajes muy sentidos de grandes roqueros como Mark Ribot, Lucinda Williams, Nick Cave, Alvin Youngblood, T-Bone Burnett, Garland Jeffreys, Los Lobos, The Jon Spencer Blues Explotion, el maese Beck, así como Cassandra Wilson, Shemekia Copeland, Bonnie Raitt, Eagle Eye Cherry, Vernon Reid, Davis Barnes y James “Blood” Ulmer (juntos), sin olvidar al Chris Thomas King y para terminar, el jefe Lou Reed.


El ex Velvet underground, por cierto, se sale del esquema (de tocar sólo las rolas de los trágicos protagonistas de Soul of a Man: J. B. Lenoir, Blind Willie Johnson y Skip James), pues se rifa, precisamente, una de Blind Lemon Jefferson: “Por favor checa que mi tumba esté limpia” (“Please See That My Grave is Kept Clean”).




Muchas gracias por leer, camaradas de la interred, y aquí nos encontraremos otra vez, si acaso aun me acompañan en este viaje, rumbo al tercer episodio, donde visitaremos los fantasmas de otros bluseros ciegos, como Blind Willie Mctell y Blind Lemon Jefferson, cuyas leyendas azuladas les relataré en la siguiente entrega del Blues del hombre ciego, en la próxima estación, de nuestra Lokomotora.com... Hasta la vista, Baby!


 

#BlindWillieJohnson #Blues #NowPlaying #WimWenders #TheSoulOfAMan

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