Desde el 2019, el excelente actor Mario Iván Martínez ofreció representaciones en vivo de la insólita obra de teatro escrita e interpretada por el mismo: Girasoles contra el mundo, una recreación de los últimos días de Vincent Van Gogh. Iván revive al atormentado pintor con maestría y con el notorio amor que le profesamos todos sus simpatizantes, por no decir fanáticos, de los hermosos lienzos de este tremendo pintor neerlandés, impresionista y post impresionista, padrino del arte abstracto, cuyas obras geniales y delirantes aún conmueven y cautivan a los fieles amantes de las bellas artes, alrededor del mundo.
La de Van Gogh es una carrera pictórica efímera pero refulgente, que nos permite atestiguar el nacimiento de una era revolucionaria y controvertida de la modernidad, a través de la pintura al óleo. Y en esta presentación escénica, nos acercamos aún más a esta célebre vida bohemia y filosófica, que siempre trastabilló haciendo equilibrismos entre el vicio y la virtud, que fluían a la par, en el caudal de un virtuosismo vital y desenfrenado, una devoción delirante y genial por las artes plásticas; Nos encontramos nuevamente con una existencia brillante y a la vez desastrosa, la de un creador sobresaliente, a pesar de una incapacidad de adaptarse a la sociedad de sus tiempos, un vidente humanista que le regaló al mundo una belleza suprema, la cual fue incomprendida durante su paso por la tierra, pues jamás logró vender ni un cuadro, a pesar de que su hermano Theo y la familia Van Gogh se dedicaban a la compra y venta de arte.
Pero sus lágrimas, de colores intensos, y el sudor de su frente, bajo el sol de Arles, se convertirían en una leyenda de pasión, en un ejemplo descarnado de su anhelo por vivir intensamente; Se trasmutaron, en la historia inolvidable de un humilde campesino sin amor ni descanso, que sembró el futuro de la pintura al óleo.
Todo lo cual se retoma en el drama de los Girasoles contra el Viento, de “ Iván Gogh” Martínez y compañía, cual estafeta ardiente, donde obviamente destaca Mario Iván, con su dramaturgia y actuación, pero así mismo se debe reconocer a Luly Rede, en la dirección, y a Paola Comadurán, como la viuda de Theo Van Gogh, quién se encargó de engrandecer la obra de Vincent, tras su supuesto suicidio, y llevarlo desde la ignominia hasta el estrellato, difundiendo su obra; y finalmente, el reparto se completa con un excelente Fernando Memije, en el papel de Paul Gauguin, fiel amigo de Vincent y el más cercano de sus compañeros impresionistas.
Todos ellos: Iván, Fernando y Paola, dan nueva vida al recorrido glorioso de Van Gogh a través de su ciclo solar, como lo hacen las hermanas girasoles, dejando pedazos del corazón en cada cuadro, en cada pintura, y en cada escena, bajo el reflector del padre Sol, entre las flores y la sangre en los pinceles, hasta encontrarnos de frente con el sonido como de un trueno, escupido por el maldito revolver misterioso que acabó con su vida, entre los brillantes sembradíos de Arles, radiantes de luz y dueños de una belleza eternizada, un disparo que lanzó al vuelo a los ya míticos cuervos al atardecer, y desató los vientos huracanados sobre la luna y la noche estrellada, anunciando la violenta muerte del gran artista, un pelirojo demencial, quién a sus escasos treinta y siete años de vida, estaba destinado a cambiar la historia de la pintura, expandiendo sus horizontes hasta el infinito y más allá.
Hace unos días, al lado de mi novia, la bella Karen, y mis jefes, don José Agustín y doña Margarita, tuvimos la fortuna de disfrutar de esta obra, a través de una transmisión en vivo por Streaming, en la comodidad de su casa, estimados lectores. Y allí pudimos apreciar la adaptación que el mismo Mario Iván hizo de su obra, para convertirla en un monólogo; Tuvo que eliminar a sus compañeros actores, debido a la contingencia ambiental por el Virus de la Corona, y su campaña de insana distancia, intento de cuarentena incluida, hasta convertir su obra de teatro en una representación virtual que incluso debió cambiar de nombre para titularse Un Girasol contra el mundo.
El evento fue trasmitido en vivo desde Culiacán Sinaloa, transformado en una especia de videoarte, pues hay pasajes donde las obras de Van Gogh desfilan por la pantalla en alta resolución, mientras algunas escenas de la adaptación teatral así lo permiten y demandan; Lo mismo que, a veces, se escuchan fragmentos grabados de las interpretaciones de Fernando Memije y Paola Comadurán, como la Bonger y Gauguin respectivamente, con los cuales Iván Martínez interactúa sabiamente.
Pero él mismo interpreta a varios personajes, entre ellos el siempre fiel e infatigable Theo, receptor del asombroso intercambio epistolar entre ambos hermanos Van Gogh, o el doctor Paul Gachet, el último hombro en el que se sostuvo el espíritu maltrecho de Vincent Willem Van Gogh, nacido un 30 de marzo de 1853, y fallecido trágicamente, en circunstancias aún sospechosas, tras un supuesto suicidio, un fatídico 29 de julio, de 1890.
La propuesta de teatro virtual es el resultado de una colaboración de Mario Iván y la Sociedad Artística Sinaloense, que la transformaron en este monólogo reconfigurado para verse en las pantallas, y pudo apreciarse a través del portal de internet Neerme.tv, quienes ofrecieron la transmisión completamente en vivo los días 22 y 29 de agosto, para todos aquellos que compramos boletos a través de Boletia,com, con un costo de 100 pesos, aunque también se ofrecía un pase VIP, de 350 varos, para acceder a algo llamado “meet and greet”, o la convivencia con el autor, a través de un video chat, al terminar la función.
De sobra esta recalcar que fue una experiencia muy completa, casi como el teatro presencial, pues es una transmisión en directo, por lo que la magia teatral se despierta, a pesar de fluir a través de las computadoras personales, pues la dramaturgia revive al compartir el aquí y ahora en su representación vivencial, aunque los espectadores y el autor estén separados por miles de kilómetros entre sí. Una ironía muy futurista, cruel giro del destino, al que habremos de abrirle el corazón, resignadamente, como seres psíquicos e incorpóreos, dando paseos virtuales por teatros y museos del futuro presente imperfecto.
Alternativas que llegaron para quedarse, tal como la permanencia de la obra de Vincent Van Gogh, y su relevancia en el alma colectiva de una humanidad incierta, que se intuye a la deriva, cayendo en una espiral descendente, luchando por su supervivencia con todas sus fuerzas, como alguna vez lo hizo Vincent, un ejemplo incandescente de creatividad visionaria y libertaria, un sol de perseverancia que aun brilla sobre nuestro atribulado humanismo.
Para deleite de aquellos amantes del teatro que no hayan podido disfrutar de este magnífico monólogo virtual, el 1 de octubre se volverá a ofrecer esta experiencia de teatro televisado e inmersivo, en una transmisión única, a las 8:30 de la noche, horario de la ciudad de México, nuevamente un evento exclusivo que sólo podrá ser visto en el live stream de Neerme, con un costo de ciento veinte devaluados pesos o 350$, incluida la convivencia con Mario Iván Martínez, al finalizar el evento, aquí te dejamos el link para los boletos.
Les recomiendo ampliamente Un Girasol contra el mundo, un acontecimiento en el teatro mexicano, que tiene una calidad más que moderna, actual y pertinente, que merece ser reconocida en nuestro país o donde quiera que aún brille el espíritu radiante de Vincent Van Gogh. No se pierdan esta oportunidad única de cruzar al otro lado de la pantalla, esa ventana virtual, y conocer personalmente al fascinante creador de este arte luminoso y enloquecido, levanten el telón mágico y viajen en el tiempo y espacio, ¡Pasen, pasen, hacia el movimiento perpetuo que gira contra el mundo, más allá de la oscuridad y el silencio, entren en el corazón del girasol, y asómbrense!... Salucita.
