"I'll Give You My Life" (Te Doy Mi Vida) es el título que lleva el trabajo de la periodista y fotógrafa francesa Chloé Jafé. Un proyecto en el cual trabajó durante seis años, para revelar y retratar la vida y la piel de las mujeres involucradas en la mafia japonesa.
Chloé se adentró en el mundo Yakuza, buscando saber más sobre la vida secreta de las mujeres que pertenecen a esta organización, oculta e impenetrable.
Después de intentar distintas formas de ingresar a ese submundo, desde visitar la vida nocturna en el distrito rojo, hasta trabajando de hostess en los bares de Ginza, tuvo la suerte de conocer a uno de los jefes de la mafia en Tokyo, quien la aceptó y le abrió la ventana a ese universo.
Su investigación se concentró más que nada en una familia, o pandilla, y las mujeres conectadas de alguna forma a estos Yakuza.
En realidad, la organización es comandada sólo por hombres y no hay oficialmente miembros femeninos, las mujeres relacionadas a ese mundo son en su mayoría hijas, esposas o amantes de los Yakuza. Sin embargo, el rol de ellas es sumamente importante para la eficiencia de la organización.
Entre las fotografías que Chloé capturó están las que exhiben los increíbles tatuajes de las mujeres y hombres Yakuza, lo cual para ellos, más que representar algo decorativo, es considerado como una armadura.
Chloé describe que las mayores motivaciones para los tatuajes, que cubren de pies a cabeza a las damas de la mafia japonesa, son el amor y la fuerza: “Quiero vivir como el hombre al que amo”, le contó una de ellas.
Estas señoras y señoritas, rara vez exhiben sus tatuajes en público, y son más bien vistos exclusivamente por sus parientes más cercanos y sus amores. Los irezumi, nombre con el que se describe a este tipo de tatuajes, están realizados con agujas de madera, directamente a mano sobre la delicada piel.
Aquí te dejamos más imágenes de su admirable trabajo y de estos enigmáticos personajes.
